lunes, 18 de febrero de 2008

Soñando despierto

Este blog que empiezo hoy, es fruto de los momentos de insomnio y de los momentos del dia donde uno sueña despierto.
Las noches van pasando y cuando uno se esconde en la soledad de su cama, es cuando le vienen las ideas a la cabeza con mayor claridad. En mi caso, no es con mas claridad, sino con mas persistencia. De ahi la necesidad de contar una de esas pequeñas historias que tiene la vida, ya que es imposible seguir acumulando sentimientos y no compartirlos con nadie.
La mujer a la que amé, a la que amo y a la que siempre amaré, hace muchos años que ya no está a mi lado. Uno piensa que el tiempo lo cura todo, y no niego que en gran parte eso es cierto. Seguro que muchas de las personas que forman el dia a dia de esta sociedad lo han vivido, pero también tengo claro que cuando del corazón se trata, las cosas son muy diferentes, y ese es mi caso.
Tuve la gran suerte de conocer a la mujer de mi vida, cuando todavía eramos adolescentes en el instituto, y desde entonces, he vivido muchos de los momentos mas felices de mi vida junto a ella. Han pasado ya mas de una decena de años y muchos, lo he pasado a su lado, aunque ahora solo sea compartiendo amistad. Es cierto que en cierto modo, me encuentro en una situación privilegiada, porque la mayoria de las personas tras una relación fallida, se deshacen de todos los recuerdos compartidos y apenas vuelven a saber nada de esa gente con la que pasaron algún periodo de su vida. En ese aspecto, me siento afortunado de poder seguir viendo la persona que quieres y pasar buenos momentos.
Pero, por otro lado, se te desgarra el alma de volver a ver los ojos de esa persona y no tener ese brillo de deseo que un dia tuvieron y las lagrimas hacen fuerza por aparecer cuando ves que los labios que te decian "Te quiero" y que te besaban, ya no hacen mencion alguna de volver a aquellos años pasados.
Cada vez que la veo, pienso en todo lo que compartimos y en lo que podriamos volver a compartir si fuera lo suficientemente valiente en decirle todo lo que siento. Pero siempre me invade el mismo miedo, ¿y si pierdo lo que tengo de ella? ¿Cómo sé que si le digo que la quiero me seguirá permitiendo estar junto a ella sin sentirse incomoda?

Al mismo tiempo, quiero pensar y sueño despierto pensando en que tras esa conversacion demorada eternamente, ella me sonrie, llora de alegria y nos fundimos en un beso, como aquellos que le daba en los dias de tormenta bajo la lluvia o con la Torre Eiffel como imagen de fondo.



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